sábado, 26 de septiembre de 2009



Eso soñé, iba caminando por ese monte, las nubes bailaban cada vez que mis lagrimas se fusionaban con los charcos, esos charcos que son erstos de lluvia, esa lluvia que te hace qerer flotar con alguien, que te aumenta los deseos de enredar tus piernas con las de esa persona, y chocarse el alma mientras en la tele pasan una de mickey, pero no el boludo tridimencional de disney channel, el mickey de antes, de cuando teniamos 7 u 8 años...en fin, cuando llegué al arbol de hojas grises, ahi estabas vos, en un banquito como los de la plaza, me acuerdo que tenias esa bufanda a rayas, que me gusta porque cuando estoy apunto de desmayarme por tus labios, me sirve de escalones para subir hasta tus ojos. Yo me senté y me prendí un cigarrillo, n ote ofrecí porque sé que no et gustan, estaba inquieto, nervioso, un poco incómodo, vos en cambio tenías tanta paz, que por un momento me dieron ganas de romper esa burbuja que te cubria, pero me contuve, y agarré un palito, una ramita azul que habia en el piso, y empecé a hacer dibujitos en la tierra, garabatos en forma de dragones, y ahi me miraste, y junto a tu mirada salieron tus primeras palabras, esas palabras orgasmicas que espero todo el tiempo, cada vez que te miro, y cuando no te miro también, y me dijiste la pelotudez ams grande que podías decir, que mis garabatos parecían elefantes, y lo que yo veía como el fueg, vos lo viste como la trompa deforme, y yo me reí,. porque era una pelotudez linda, porque aunque digas lo que no quiero escuchar me gusta, y te empezaste a desdibujar, y me sonreíste, y me desperté.

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